domingo, 19 de febrero de 2012

El Templo Zhenjue resiste a los embates históricos y al olvido

Como muchos sitios históricos y religiosos que hay en Beijing, el Templo Zhenjue, mejor conocido como el templo de las cinco pagodas, está escondido entre los edificios habitacionales del distrito de Haidian, como queriendo proteger sus tesoros de la  expansión voraz de la ciudad.

A lo lejos, apenas se alcanzan a ver las puntas de sus pagodas, como si quisieran llamar la atención del que por ahí camina, invitándolo a explorar sus grandes secretos.

El Templo Zhenjue está ubicado al norte del Zoológico de Beijing, en el Distrito Haidian.
Foto: Gabriela Becerra

A diferencia de otros, el Templo Zhenjue recibe pocas visitas de chinos y turistas. Y en él se respira un ambiente de tranquilidad y silencio, interrumpido de vez en cuando por el cantar de las aves.

El Templo Zhenjue posee un estilo budista propio de la India.
A los costados, dos viejos árboles y dos leones lo custodian.
Foto: Gabriela Becerra

Cuando uno cree que en Beijing no queda más por descubrir, o que todo se lo ha tragado el concreto y el asfalto, estos sitios históricos te toman por sorpresa porque su estilo es distinto al de otros que hay en la capital de China.

El templo de las cinco pagodas, construido en 1473, era una réplica del Templo Gaya que está en la India, pero fue saqueado y quemado en dos ocasiones por ejércitos enemigos. Después de su reconstrucción parcial y restauración, las puertas del recinto se abrieron nuevamente al público, aunque no es muy conocido.

A pesar de haber sufrido daños severos, los grabados que hay en sus muros externos se aferraron a permanecer en la historia y todavía se pueden ver con gran detalle.

Deidades budistas con rasgos de la India son parte de los grabados que
se observan en los cuatro muros del Templo Zhenjue.
Foto: Gabriela Becerra
La mayoría de los grabados están ricamente decorados.
Foto: Gabriela Becerra
Deidad con características del budismo de la India.
Foto: Gabriela Becerra

El ave fenix, símbolo de la cultura china junto con el dragón,
también está presente en la decoración del templo.
Foto: Gabriela Becerra