Otra de las tantas cosas que llamaron mi atención cuando llegué a China fue el observar a la gente sentarse en cuclillas, sin despejar los pies del suelo. Parece fácil, pero no lo es.
Aunque los mexicanos de vez en cuando adoptamos esta postura, lo hacemos sosteniéndonos sobre las puntas de los pies, pero los chinos pegan completamente la planta al suelo, y echan el pecho hacia delante para guardar el equilibrio.
Esta forma de descansar el cuerpo la practica desde el más pequeño hasta el más anciano. Pero lo que más me sorprende es la flexibilidad con la que lo hacen y el tiempo que pueden quedarse así.
En nuestro país es mal visto sentarse en cuclillas en algunos lugares u ocasiones, incluso que las mujeres lo hagan si llevan falda o short, pero en China no existe ese prejuicio y es habitual ver a la gente en esta posición, tanto en centros comerciales como en el metro, las calles o en los parques.
Buscando el por qué los chinos se sientan así, incluso para hacer del baño, me enteré de que también los japoneses, vietnamitas y coreanos han adoptado la postura.
Hasta ahora nadie ha sabido decirme cuál es el origen de la posición, pero encontré un libro muy interesante sobre los múltiples beneficios que aporta a la salud, entre ellos que ayuda a defecar más rápido y evita trastornos intestinales y urológicos (al final del texto hay una lista de las ventajas).
Hay que recordar que la China antigua acuñó conocimientos avanzados en diferentes campos, entre ellos la medicina, así que no me sorprendería que supieran de estos beneficios. Y como China siempre influyó en sus vecinos asiáticos, de seguro éstos adoptaron el hábito como lo hicieron con muchas otras cosas.
Como quiera que haya sido, en algunos países de Asia se sigue conservando la costumbre, aunque comienza a ser mal visto. Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, el gobierno local elaboró un manual de “buenos modales”, donde recomendó a los turistas chinos no sentarse en cuclillas.
Como segunda economía del mundo, China quiere eliminar de su cultura todo aquello que huela a “primitivo”, para demostrar que está a la altura de los países del primer mundo en cuanto a “buenos modales” se refiere, sobre todo ahora que está interesado en consolidarse como la primera potencia económica.
No veo por qué haya que avergonzarse de este hábito cuando ofrece múltiples beneficios a la salud. Por cierto, ahora que los conozco, seguiré intentando sentarme en cuclillas al estilo chino, porque no consigo guardar el equilibrio y me canso muy rápido.
¿Por qué es tan bueno sentarse en cuclillas?
1.- Ayuda a defecar más rápido, más fácil y de forma más completa.
2.-Protege los nervios que controlan la próstata, la vejiga y el útero.
3.- Sella una válvula que está entre el colón y el intestino delgado, con lo que evita que los intestinos se contaminen de materia fecal.
4.- Relaja el músculo que cierra el recto cuando queremos contener la evacuación.
5.- Ayuda a evitar tensiones crónicas cuando estamos evacuando, como las hernias. No por nada los baños chinos y de otros países asiáticos siguen estando al ras del suelo, como si fueran letrinas, de eso ya les hablaré en otro momento.
6.- La posición ayuda a evacuar a las embarazadas, pues evitan la presión sobre el útero; además, si se ponen en cuclillas varias veces al día se preparan para un parto más natural.
Si quieren saber más sobre la posición les recomiendo la siguiente liga:
http://www.naturesplatform.com/health_benefits_sp.html
